23 septiembre 2007

Una Historia en Una Fiesta Familiar


Todo el tiempo me buscaba, me miraba, aparecía, si bien no estábamos más juntos hacía como dos meses.

Todavía me buscaba, así como cuando los palomos se ponen en celo y se inflan en el pecho y despliegan su cola gris fea y bastante básica arrastrándola por donde sea, persiguiendo a las palomas que seguramente estan en cualquiera y solo quieren comer un pedazo de miguita o cagar algo. En conclusion todavía me buscaba y para mí era eso insoportable, lo detestaba con todo mi cuerpo, pero un toque me calentaba, y darme cuenta de esto fué sincerarme y empezar a descorchar festejando el cumpleaños y relajarme para la actuación de la noche.

Estando en la fiesta, sin haber todavía brindado ni nada, me empezó a decir cosas q me caían re mal. Hay días y días, y no estaba en uno de esos en los que sos una amazona o una warrior de la hostia que va al frenchi... estaba en un día que no, no sé en cual, pero en uno de los días de amazonas comehombres y esas giladas seguro que no.
Como tres veces me dijo que me quería cojer, dos veces me dijo algo así como "te agarro esa cola hermosa y la lleno de besos toda para mí...eh? eh? que opinás?, te cabe no?", después hubo expresiones como adjetivadas hacia mi persona... a saber "perra", "linda", "gata" (ésta presenta contradicción), "trola", "mami", "nena"... También hubo sonidos de tipo monofónicos: "mmmmm", "sssssss" (pronunciada de forma tal, qué ingrese el aire al cuerpo y produzca el sonido por los dientes...cachai?), "rrrrrrr". Yo le cortaba el mambo sistematicamente porque me estaba sacando de quisio.
En medio de la noche me fui a comprar cigarros y él me alcanzó en la esquina corriendo con tres botellas en las manos. Llegando a la puerta del kiosco en el que con anterioridad tambien me había comprado cigarros, había dejado descartada una cajita pequeña, rosa de color, y con incrustaciones de brillos berretas. La busqué, la encontré. Le dije a él que me esperase un toque, caminé tres metros doblando la esquina, con la cajita rosa en la mano, y me escondí en la entrada de un edificio. La movida fue mas bien rápida y me compre los cigarros. Él las birras.

En la puerta del kiosco lo quise besar y él no me dejó. La cara en ese momento se me transformó en fueye de bandoneón y se contrajo como indignada y mi expresión verbal, no gestual, mas a mano en ese momento fué "Andate a la mierda chabón. Vos también estas loco. Sos lo menos. No me molestes más". Él se reía y decía "pero que linda que sos así". Yo caminaba atacada tratando de que este palomo se volara, pero dándole tiempo a que me alcanzara. Que pelotuda. Pensé.


******************************************Esa noche todos tomamos mucho vino.Yo más.


En un momento de la noche, estaba toda mi familia ya borracha y hablando a los gritos, algunos ya medio peleándose, otros pidiéndose perdón... sin fines de cosas que suelen pasar en los cumpleaños y cuando la familia es tan numerosa y fiestera y consumidora de.

Alejándome del griterío etílico y jolgorioso del cual formaba parte, me voy al baño y él me sigue. Yo le vuelvo a decir que no quiero, que se vaya, pero todo en un tono amable, nada violento, nada ofuscado, sino más bien como casual.


Mientras me miraba mear me dijo que me quería contar algo importante, que además de querer cojerme quería que le diera una mano en no sé qué. Yo ni idea de lo que hablaba, "pero no ando con ganas de ayudar a nadie" le dije. Me alcanzó el papel higiénico y mientras me secaba me repitió lo que en el kiosco cuando me enojé: "pero que linda que sos así"


En un momento de la velada, cuando yo ya estaba bailando reggetón sola en el medio de la pista se me acerca y me dice "sos una borracha" y yo sentí unas ganas tremendas de fumar.


-"quiero dormir con vos, llevame a tu casa"

-"ni ahí, yo me acuesto a dormir por acá. Estoy borracha y perdí mi mochila. Me voy a acostar después, más tarde, pero por acá"-

-"uf nena, sos difícil eh. Mirá, yo me voy a tirar allá arriba, mañana laburo, así que si querés subir, podemos dormir juntos. Sabés que quiero estar con vos. Sabés que necesito que estés."
-"ok. Ándá a acostarte que yo después te busco y me acuesto con vos, ahora quiero estar un poco más con la flia..."- al menos traté de sonreir, y creo q él lo necesitaba después de la paliza que le habían dado los ratis la noche anterior.

Desapareció. Deduje que ya estaba acostado, entonces me senté cómoda en la mesa, al lado del tío Ricky que ya estaba apoyando la cabeza sobre la mesa y haciendo un charco de baba de color medio ocre. Duré treinta minutos más y su equivalente en alcohol.



Intentando subir al entrepiso en donde estaba él me caí dos veces. Es que además de la borrachera los escalones de la escalera estaban muy distantes uno del otro y me asustaba y bueno, lo mío no son las acrobacias ni esas cosas. Cuando llegué a poder subir, toda la locura se me había subido por la misma exitación de las dos caídas anteriores, y toda emocionadamente ebria intenté despertarlo. Dormía, claro, pero se solidarizó con un gesto de correrme el pelo de la cara porque me estaba asfixiando pero daba "paja" correrlo.
-"quiero que me beses"
-"yo no te voy a besar, porque vos esperás otra cosa que yo no te puedo dar"


-"¿cómo puede alguien que está tan dormido decir todo eso?"


-"¿cómo pudo una borracha como vos subir hasta acá?"


-"te odio", y entonces me besó fuerte, y me abrazó. Se puso a llorar no se cuando porque la que dormía en ese momento era yo, pero siempre hago lo mismo en esos casos. Asumo mi rol, abrazo, y duermo.
Nunca me enteré de qué carajo le pasaba. Al otro día vino Gastón y me acordé que todavía me gustaba.


Soy mala dicen. Sin embargo siempre terminan en mí.






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